Description

Cuando se nace en una tierra donde tus antepasados han vivido cientos de a os en lugares llamados: Aldurfe, Regulfe, Eimer, Hermunde, Tor, Gueimonde, Baltar, Recesende, Espasande, Gundriz, Reim ndez, Froi n, Tuimil, Reriz, Gunt n... Cuando los nombres de tus familiares son: Argimiro, Elvira, Froil n, Beltr n, Berta, Ramiro, Sisnando, Gonzalo, Rodrigo, Fernando, Gumersindo, Alfonso, Baldomero, Guiomar... y sus apellidos los patron micos derivados de stos con la terminaci n del genitivo visigodo ez. Si al caminar por la campi a nos dirigimos al monte en mano com n de la parroquia, si observamos los usos y costumbres, entonces investigar qui nes fueron y qui nes son los suevos ─y los godos─ constituye parte del proceso de autoconocimiento. Vivir conforme al esp ritu su vico lo denominamos suevicidad; respiramos y caminamos su vicamente, t rminos que aun no recoge la RAE, lo cual es algo raro teniendo en cuenta que incluye t rminos como puntocom y videojugador que se refieren a actividades que no llevan entre nosotros ni un siglo cuando los suevos y los visigodos llevamos m's de 1.500 a os.

Los objetivos que nos proponemos en este libro son arduos, seguramente hasta la fecha no se ha ensayado una investigaci n como la que en estas p ginas iniciamos. Este no es un libro sobre la historia de los suevos, no reduce su mbito a una reinterpretaci n de las fuentes ni a un an lisis de la historiograf a. Nuestro objetivo es conocer la vida de los suevos, no como meros objetos abstractos, sino como seres humanos que vivieron, lucharon y murieron conforme a unas certidumbres y creencias; en definitiva reconstruir el esp ritu suevo, su etnicidad. Analizaremos las fuentes y las conclusiones que han extra do los investigadores que se han interesado por nuestros antepasados. La historia de los suevos ha sido escrita por sus adversarios, por lo que es de esperar que estos autores no empleen una metodolog a neutra, respetuosa con los datos en's . Por nuestra parte, nuestro inter's en recuperar el esp ritu suevo es geneal gico y antiimperialista, como hombres y mujeres que descendemos del pueblo suevo necesitamos revitalizar su legado. Nuestra investigaci n partir de un conjunto m nimo de presupuestos filos ficos que expondremos. Muchos de los estudiosos que se han acercado a los suevos parten de prejuicios religiosos (cristianos) o culturales (romanistas) o regionalistas (ven a los suevos como algo for neo o extranjero) o nacionalistas (consideran lo suevo como propio y exclusivo). Nuestra perspectiva ser raciovitalista, geneal gica y laica. La historia ha sido utilizada con frecuencia por los estados para crear una ideolog a pol tica a conveniencia. La Espa a cat lica no fue una excepci n. Los suevos fueron vistos por los historiadores al servicio del estado como algo irrelevante en el mejor de los casos o como unos b rbaros y crueles paganos. Como ejemplo, Ricardo Carnero en su Historia de Espa a de 1942 nos dice que los suevos solo fueron unos invasores b rbaros y valora la aportaci n de este pueblo de esta guisa: "la influencia germ nica en la civilizaci n espa ola fue de poca importancia. El esp ritu espa ol repudi , afortunadamente, las instituciones religiosas, pol ticas y sociales del invasor".
Los estudios gen ticos de Family Tree DNA muestran que un 15 % de la poblaci n espa ola presenta el haplogrupo I del cromosoma Y, como descendientes de suevos y visigodos.
Este libro muestra la vigencia del esp ritu suevo en las costumbres y tradiciones de Espa a y Portugal.